Despues de 6 años, un dia 6 del mes 6, el cielo se oscureció tempranamente. Se abrieron las nubes y apareció un demonio, montado en una nube negra, con un circulo blanco. Con su mano izquierda en alto, mostraba un pergamino que obligaba al mundo a cortar las cadenas impuestas por un anterior demonio. En su mano derecha traía un rollito escrito, y en el hombro una cacatúa de colores azul, rojo, verde y naranjo, con una inscripción indescrifrable en su frente. Despues de poner el rollito en la boca de la cacatúa la soltó para que volara por el enviciado aire perteneciente a uno de los hombres marcado por el número de la bestia. En su vuelo, el ave se cagó encima de uno de los ángeles encargado de resguardar la decadente ciudad de San Jacobo. Aquel que sea inteligente entenderá esta señal y sabrá que el ave puede volar varios días recien comida. Imitando la perfección del creador, 7 dias, 7 horas y 7 minutos mas tarde, la bestia, que ya había recibido el mensaje, prendió fuego al rollito, iniciando una hoguera alimentada por las combustibles palabras inscritas en él. Fue en ese momento en que todos comenzaron a hablar distintos idiomas, comenzando a destrozar todo lo que encontraron a su paso. Sin embargo, la ira desatada por la bestia no logró tocar a los ángeles, que volaban vigilando a gran altura, donde la bestia no es capaz de llegar, pues ésta fue despojada de sus alas al ser expulsada del cielo. Despues vinieron años de ira, y sólo al cabo de 800 años, el fuego se apagó. Fue en ese entonces que la bestia se cansó y el entendimiento se apoderó de ella por segunda vez.